La infancia está llena de momentos únicos, y el estilo fine art es una forma especial de convertirlos en recuerdos atemporales. Realizo retratos infantiles tanto en estudio como en exteriores, utilizando iluminación de flash de estudio para lograr un acabado delicado, elegante y artístico. Cada sesión está pensada con cuidado, buscando capturar la esencia del niño o la niña en un ambiente tranquilo, con composiciones limpias, tonos suaves y una edición que resalta la belleza natural de cada gesto. Con mucha paciencia, sensibilidad y cariño, creo imágenes que parecen salidas de un cuento: retratos con alma, pensados para durar toda la vida.
